Un Renault 4 como símbolo de cercanía y durabilidad
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El Papa Francisco, quien defendió la sencillez por encima de todo, escogió como favorito un modelo regalado del año 1984 con más de 300.000 kilómetros
El Papa Francisco, durante sus más de doce años de pontificado, utilizó más de un coche para sus apariciones. No obstante, no todos tuvieron el mismo significado, ni para el propio Papa, ni para sus fieles.
Bergoglio fue una persona sencilla, que llevó su mensaje de humildad por bandera, desde antes de su papado hasta el último de sus días. Sus labores cotidianas sorprendían a más de uno, pero su sintonía con la gente era lo que más le acercaba a las personas.
Francisco fue sorprendido un día con un regalo poco habitual. Un sacerdote, cuya labor había estado ligada a las haciendas pastorales, decidió regalarle un modelo de coche que, a pesar de su kilometraje, era el que el Papa utilizaba siempre que podía -y siempre que se lo permitían-.
305.000 kilómetros eran los que marcaba la aguja del Renault 4 del año 1984. Renzo Zocca, un sacerdote italiano, sorprendió al Papa con este modelo el año 2013, y fue el que él mismo utilizaba siempre que el Vaticano no se lo impedía.
Más adelante, el papa recibió otros modelos de coche como regalo. Entre ellos, uno que utilizó como Papamóvil durante años, un Dacia Duster de 2019. También fue obsequiado con un Lamborghini Huracán LP 580-2, el cual firmó y donó a Sotheby’s, una casa de subastas que recaudó con este modelo 715.000€, destinados a causas sociales. Además de estos otros dos coches, utilizó un Mercedes Benz eléctrico como Papamóvil.
Bergoglio defendió siempre los lujos innecesarios y la sencillez por encima de todo. Un Papa cercano, socio del club de fútbol argentino San Lorenzo, y usuario habitual del metro de Roma. Un Papa que, además de mostrar la durabilidad y la calidad de su Renault 4, mostró al mundo que la cercanía es un valor indispensable.
